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Runfla de turistas

Por los años 1930 en Cartagena de Indias, en la Calle del Estanco del Tabaco, quedaba el Hotel Bogotá, propiedad de Alicia Simanca, nuestra abuela materna. Muchas veces escuchamos sus agradables y divertidos relatos de todas las telenovelas que pasan en un hotel. Mamá Alicia, como la llamábamos, siempre fue gran trabajadora, excelente cocinera e implacable con el aseo. Estos atributos se reflejaban en el hotel. Ella nos contaba sus esfuerzos por el detalle y la buena atención al cliente (cachacos en su mayoría). Recuerdo, entre otras, una anécdota: Un día llegaron una “runfla de cachacos”, como ella decía, es decir muchos, y preguntaron si el hotel contaba con toldos para todos. Los turistas querían pasar el fin de año en el hotel y ella, para no perder la venta, dijo que sí los tenía y siendo 31 de diciembre tuvo que salir corriendo a comprar rollos de rengue, se sentó en una máquina de coser a pedal para ella misma hacer los 20 toldos que le hacían falta. El relato de mi abuela nos puede dar pistas sobre cómo lograr nuestras metas en el campo turístico.

Para lograr que una runfla de cachacos, paisas y extranjeros nos invada tenemos primero que educarnos en el buen servicio. Ser los mejores anfitriones exige que tengamos que educarnos en la hospitalidad y la atención, que la experiencia de nuestros visitantes sea inmejorable.

Córdoba tiene 25.000 Km2, de los cuales la gran mayoría son verdaderas riquezas naturales. Esto es la mitad de Costa Rica, país que recibió el año pasado 3 millones de turistas extranjeros. En México 500,000 empresas viven del turismo y el país recibe 24 millones de turistas extranjeros. Allí el turismo solo es superado por el petróleo como fuente de ingresos y divisas.

Si todos aportamos, podemos alcanzar la meta de que nuestro departamento se convierta en un importante destino turístico para el país. En el 2014 llegaron 4 millones de turistas extranjeros a Colombia, ¿sabemos cuántos de estos nos visitaron?

¿Tenemos un plan para recibir y atender a quienes nos visitan? ¿Sabemos qué tipo de experiencias buscan estos viajeros?

En Córdoba, contamos entre otras cosas con bellas playas y ríos; con riquezas naturales invaluables, incluyendo especies endémicas de fauna y flora; con ecosistemas estratégicos, como los manglares y los humedales; con importantes manifestaciones culturales, como artesanías, gastronomía y festivales propios de la región; y con una historia de gran riqueza que se plasma en el paisaje.

Si miramos el largometraje “Colombia Salvaje” Cordoba sale premiada. Muchas de esas bellezas están aquí en nuestras manos. El turismo de naturaleza mueve US $90,000 millones al año. Nosotros podríamos incursionar en el turismo de playa y promover actividades como buceo, canotaje y vela. Hacer senderismo, turismo de aventura, avistamiento de tortugas y de aves, todos enfocados hacia la conservación y la educación ambiental.

Podríamos también apostarle al turismo residencial y hacerle competencia a Ecuador y a Panamá, atrayendo a jubilados de países como Estados Unidos o España. Podríamos también apostarle a otras modalidades: En Pereira y Armenia, por ejemplo, se mueve el turismo para matrimonio, el turismo cultural alimenta gran parte de la economía de Cartagena y cada vez más se crean más reservas de la sociedad civil en torno a fincas agroturísticas en los llanos orientales. Podríamos tener parques temáticos, como los tiene Santander, Armenia y Pereira; jardines botánicos y museos de ciencia como Medellín y Bogotá; o apostarle al teatro y la danza como en ciudades como Cali.

Tenemos que lograr convertir lo mucho que tenemos en experiencias turísticas que se traduzcan en mejores oportunidades para todos. Tenemos que aprovechar eventos como la Feria Ganadera, el Festival del Porro, el Festival del Río, Crudanza Fest, el Festival de Cine, Pasarela Caribe y tantas otras fiestas y ferias de los distintos municipios de nuestro departamento. Tenemos que seguir trabajando en proyectos como la agrópolis, excelente iniciativa liderada por el alcalde Carlos Eduardo Correa, quien también ha trabajado duro en el tema del río. Así lograremos que el turismo sea parte importante de nuestra economía.

Pero tenemos mucho por hacer. El caso de Costa Rica, donde el gobierno decidió en los años 60 apostarle al turismo y creo una junta encargada de desarrollar el potencial turístico del país, es un ejemplo a seguir. Requerimos entonces de la voluntad del gobierno departamental y de los gobiernos municipales, así como del compromiso de los entes privados para que el turismo se convierta en meta de todos. Que sea nuestro objetivo desarrollar esta fructífera industria sin chimenea, convirtiéndonos en un referente de destino turístico que es respetuoso con el medio ambiente y se traduce en oportunidades para todos. Aprendamos de las lecciones de lugares del país como los Santanderes, el Eje Cafetero, Medellín o Bogotá.

Necesitamos más infraestructura turística, pero también educación. Que las veinte y tantas universidades que hay en Córdoba tengan tecnólogos y profesionales en el tema del turismo y lo relacionado, que garantice la alta calidad en el servicio y la hospitalidad. Tenemos una poderosa oportunidad de transformación social, una fuente de riqueza. ¡Ánimo! Que una runfla de turistas nos invadan.

En Alamedas le apostamos hace 20 años en montería y en Córdoba. Creemos en nuestra ciudad y nuestro departamento, y hoy hacemos un aporte a su futuro turístico con el nuevo Hotel GHL Montería. Gracias inmensas a todas las personas y empresas que hicieron posible esta obra que venimos construyendo desde hace 6 años. Gracias por su trabajo, talento, voluntad y paciencia. Muchos éxitos a GHL Montería. Que todo huésped que venga se vaya feliz y bien servido. Un servicio que tienda a la excelencia, como GHL sabe hacerlo. Que todo huésped pueda decir como Borges:

«Cada persona que pasa por nuestras vidas es única, siempre deja un poco de si y se lleva con él un poco de nosotros».