Fuente: www.colombiadigital.net
Los usuarios se preocupan por ahorrar, las ciudades por mejorar su infraestructura y las empresas de energía en la medición, facturación y la gestión del servicio para los consumidores.
Un factor principal para la transformación de los negocios y de las ciudades son los datos. Sabemos del importante rol que juega el big data en la toma de decisiones y ejemplos corporativos sobran, pero, ¿qué sucede cuando se trata de cambiar los hábitos de consumo de un recurso vital como la energía eléctrica?
Una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos, bien sea por su conciencia ambiental o por su interés económico, es ahorrar en sus facturas de servicios públicos; pero, ¿cómo ahorrar cuando se estima que siga aumentando el número de dispositivos electrónicos por persona y en los hogares, todos ellos conectados a redes de Internet que también dependen de energía?
Por otra parte, los gobiernos locales que apuestan por convertir sus territorios en ciudades inteligentes enfrentan el reto de renovar la infraestructura de servicios públicos, para adaptarla a las nuevas necesidades en las Ciudades inteligentes; entonces, ¿cómo actualizar el sistema eléctrico sin tener que arrasar con lo existente en las áreas urbanas?
En el tercer extremo de esta ecuación aparecen las compañías eléctricas, que además de brindar un servicio estable y eficiente, deben reducir su impacto ambiental y resolver de manera efectiva la gestión de millones de cuentas a lo largo de las ciudades; ¿será posible cumplir todos sus propósitos sin poner en riesgo la rentabilidad del negocio?
Demasiadas preguntas por resolver aunque todas con una respuesta común: datos.
Infraestructura de medición avanzada (Advanced Metering Infraestructure – AMI)
Entre los estudios realizados por el equipo de infraestructura de Huawei Enterprise, se identifica como uno de los mayores problemas en el tránsito hacia ciudades inteligentes en materia de energía eléctrica, el hecho de no contar con sistemas de medición más sofisticados, que permitan analizar el consumo en tiempo real para generar un sistema de facturación más eficiente, a la vez que evitar fugas de energía o robo de la misma.
La revolución digital ya ha tocado hasta a los sistemas más complejos, como el eléctrico, y la infraestructura de medición avanzada aparece para dar respuesta a todas las inquietudes de usuarios, gobiernos y electrificadoras.
Según el IoT Agenda, «AMI es una arquitectura para la comunicación automatizada y bidireccional entre un contador de servicios inteligentes con una dirección IP y una empresa de servicios públicos. El objetivo de un AMI es proporcionar a las empresas de servicios públicos datos en tiempo real sobre el consumo eléctrico y permitir a los clientes a tomar decisiones informadas sobre el uso de energía basados en el precio en el momento de su uso».
De acuerdo con Huawei, los beneficios más destacados de la integración de infraestructura de medición avanzada para controlar el consumo de energía en las ciudades inteligentes, incluyen:
Ahorros en trabajo y costos operativos
Los sistemas AMI permiten la recolección automática de datos, lo que reduce los costos laborales y operativos, ya que no hace falta que operarios se desplacen a leer los contadores. Además, la automatización de la lectura evita pérdidas – tanto para usuarios como para las compañías eléctricas – por errores involuntarios en la lectura de los datos.
Eficiencia en la generación de facturas
Los sistemas AMI incluyen modos pre-pago y de carga flexible, de modo que las facturas pueden emitirse según la necesidad, ahorrando tiempos y optimizando los procesos tanto para usuarios como para electrificadoras.
Reducción de pérdidas por robo de energía
Los medidores inteligentes, junto a las plataformas de recolección de datos, trabajan en conjunto para detectar, analizar e identificar intentos o robos de energía, permitiendo la toma de acciones inmediatas y reduciendo las pérdidas por este concepto.
Gestión eficiente de la red eléctrica
Las plataformas de datos que integran las soluciones AMI analizan las pérdidas de energía en el recorrido a través de torres y cables, así las compañías pueden monitorear en tiempo real las fugas de energía y darles solución inmediata.
La tecnología a la medida de las ciudades inteligentes resulta ser la principal aliada en la evolución de los territorios, brindando soluciones compatibles con la infraestructura existente, y centradas en las necesidades de los ciudadanos del futuro.